viernes, 5 de agosto de 2011

ZAPATICO ROTO


                                   

                                    ZAPATICO ROTO.

En la rivera del rio mas largo y caudaloso del mundo, vivía una familia nativa, formada por el padre Antonio, la madre María y tres niños de cinco, ocho y diez años, que se llamaban: Antonio, José y Juan, y todos se apellidaban Ahué Ahué. Antonio mantenía el sueño de viajar por todo el mundo, conociendo cosas nuevas y personas de otros paises, de los que llegaban miles de turistas. Una mañana mientras pescaban pirañas y motas, en las riveras del lago Tarapoto, subía en una pequeña quilla, un comerciante, vendedor de baratijas, que pedía prestada la cocina,  dijo llamarse Manueu y al abrir su chaza de mercancías, solo llevaba cinco cosas: un lapicero gastado, un gancho para colgar ropa, un gancho prensa pelo, una cajita con unos pocos fosforillos, y un zapato roto y viejo. Todo podía valer media piraña; pero al negociar, con ruegos del comerciante, que les decía tener mucha hambre,  le dieron una pirañita y una mota pequeña. Antonio a escondidas le regaló una cucha y una lumbrega largota y Manueu agradecido le dijo: te regalaré este zapato….es un zapato volador….por eso no se los ofrecí en venta. Antonio se enamoró del zapato y los tres se fueron a casa con sus baratijas, pero la burla fue mucha para Antonio por haber negociado ese zapato tan feo; sin embargo…. El aspecto decrépito del quincallero o su humildad al negociar, tal vez hicieron que Antonio se enamorase del feo zapato, por lo que lo guardó sobre un soberado y el incidente solo se recordaba como burla para Antonio. Pasaron muchos años (serca de 20) y la familia decidió trastearse a otra casa mas cómoda; Antonio deseaba trastearse muy lejos; pues aun deseaba y soñaba con viajar por todo el mundo y al vaciar el soberado topó el tal zapato…. lo contempló…. Suspiró…...y por solo curiosidad se lo colocó, sonriendo al recordar el mal negocio que había hecho con Manueu…. Pero la sonrisa se convirtió en la mas grande sorpresa de su vida…. Pues el zapato roto se hizo nuevo y de mil colores en cada uno de sus pies. Al mirarse Antonio tan bien enzapatado…. Pensó en correr a mostrarle a sus hermanos, pero los zapatos de inmediato le llevaron hasta sus hermanos. Es verdad lo que me dijo Manueu el quincallero…. Es un zapato volador. Y  en adelante descubrió Antonio que con solo pensar en viajar a alguna parte, los zapatos le llevaban y empezó a hacer realidad su  sueño de viajar por todo el mundo…. Y cuando otra persona se colocaba el zapato roto, nada ocurría…. José le dijo a Antonio que pensara en viajar a la luna y a otros planetas, Antonio que ya lo había intentado sin conseguirlo le contestó: no!, no se debe abusar. Ahora…. Adivíname tu…. ¿dónde estará Antonio?.... en Colombia, Venezuela o el Perú.        
LEMAR.

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